3 claves para escribir poesia

3 consejos para escribir poesía

3 consejos para escribir poesía

Antes de que se pusieran en marcha los talleres de poesía en España era muy difícil aprender a escribir ese género. Si tenías la suerte de vivir cerca de alguna tertulia literaria, podías ir allí a escuchar cómo algunos escritores y aspirantes a ello hablaban sobre libros y, si eras avispado, a lo mejor pillabas alguna idea interesante (eso hice en mi época de estudiante en Granada) pero me daba la sensación de que se guardaban mucho de dar consejos para escribir poesía.

Eso y el bulo generalizado de que para ser poeta “hay que nacer con el don” han mantenido la creencia de que la poesía es un género que no se puede aprender. Sin embargo, los talleres de poesía demuestran lo contrario, puesto que se dan una serie de herramientas que ayudan a los futuros poetas a disponer de una serie de recursos literarios con los que sacar el máximo partido a sus ideas.

Para darte una muestra de ello, quisiera compartir tres consejos para escribir poesía que han sido de gran utilidad para mis alumnos de poesía.

La poesía no consiste en decir las cosas como son, sino en sugerir lo que tal vez pueden ser. La poesía es bella porque no muestra las cosas burdamente, sino que sabe sugerirlas a través de velos, brillos o apariencias fugaces.

Y es que la poesía no habla de lo que todo el mundo sabe y comprende, los poemas no son noticias de un periódico, no, la poesía habla de lo que se escapa a nuestra comprensión, habla de los misterios, de las sensaciones que no terminamos de entender. Por ejemplo, por qué el tiempo pasa rápido y lento a la vez, por qué podemos odiar y querer a la misma persona o qué se siente cuando la muerte pasa a tu lado. También puede hablar de las cosas cotidianas como de las migas del pan o de los niños en la playa pero siempre en relación a un enigma que nos asombra.

¿Y cómo se explica un misterio?

No se puede.

Cuando pueda explicarse, dejará de ser misterio.

Hay que acercarse alrededor e intentar captar matices, traducirlos luego a imágenes que den una vislumbre, una pista de lo que estamos intentando desentrañar.

Clara Janés dice, en Poética y poesía (p. 13):

En vez de negar, de apartarme, voy rodeando algo, voy intentando enfocar algo de lo que tengo solo indicios, algo que se escapa cuanto más intento aproximarme”

Por eso dicen que la poesía es una forma de conocimiento y, en verdad, lo es, para uno mismo y para los demás.

Porque cuando te concentras en traer de ese mundo abstracto en el que todo son sensaciones vagas, una imagen que exprese lo que sientes y la desarrollas con palabras concretas, palabras que pueden olerse, tocarse o saborearse, consigues, al final, entender mejor lo que sentías y ayudas al lector a comprender algo similar a lo que le puede estar pasando a él o a ella.

Aunque aquello que nos ayuda a conocer -las palabras-, a veces también nos aleja de lo conocido porque no sabemos cómo expresarlo, porque nos damos cuenta de la aparente pequeñez de nuestras herramientas.

2. Leer poesía para escribir poesía

¿Por qué leer poesía? Leer poesía es importante para fijarnos en cómo lo hacen los y las poetas más experimentados, para usar de forma original los recursos literarios, como la metáfora, para sugerir en vez de decir las cosas tal cual e ir aprendiendo el lenguaje poético que, como la palabra indica, es un lenguaje, un idioma propio, hecho con los mismos vocablos que se usan en nuestro idioma, pero usados de una forma muy diferente, una forma alusiva que crea mundos propios a través de formas poéticas, como los símbolos.

Si no leemos poesía, podemos creer que estamos escribiendo un poema muy original y existe la posibilidad de que esa idea ya se le haya ocurrido a alguien hace unos cuantos años o décadas antes que a ti.

Es fundamental conocer las corrientes poéticas que ha habido a lo largo de la historia para nutrir nuestra visión de todos los experimentos literarios que se han ido realizando con el paso del tiempo, sobre todo en lo que se refiere a la poesía contemporánea, es decir, desde el Romanticismo en adelante.

3. Entender la escritura como re-escritura

Hemingway decía que el primer borrador es siempre una mierda y esa idea, que puede parecer descorazonadora, puede ser, en realidad, una liberación.

Muchas veces, cuando vamos a escribir, nos bloqueamos porque estamos pensando, de antemano, que no nos va a salir, que no seremos capaces de plasmar todo lo que tenemos guardado en nuestro corazón, que para qué intentar algo que ya sabes que va a ser un fracaso.

Sin embargo, si aceptas que eso es así y que, efectivamente, lo que vas a escribir será un porquería, puedes pasar a la segunda fase: voy a disfrutar escribiendo este borrador sin preocuparme por lo que salga ya que no está escrito en piedra y luego podré revisarlo y re-escribirlo hasta que me quede contento/a.

Sobre los primeros borradores de mierda, decía Anne Lamott:

Todos los buenos escritores los escriben. Así es como luego escriben buenos segundos borradores y espléndidos terceros borradores. La gente suele fijarse en los escritores de éxito, escritores a los que les publican los libros e incluso sacan algún dinero, y piensan que se sientan al escritorio todas las mañanas y se sienten como una montaña de dólares, magníficos, satisfechos de quiénes son y cuánto talento tienen y la historia tan buena que van a contar; que respiran hondo un par de veces, se remangan, giran el cuello un par de veces para hacerlo crujir y se lanzan a ello, redactando pasajes perfectamente acabados a la velocidad de un taquígrafo de juzgados. Pero esa es la fantasía de los no iniciados”.

Hay personas que creen que el poema se termina cuando se pone el punto final de la primera versión. Pero ese no es más que el comienzo. Luego siempre se recomienda dejarlo reposar unos días y volver a él cuando exista una distancia emocional que permita revisar más fácilmente. Entonces ya sí que será el momento de sacar nuestro boli rojo y empezar a ver formas de mejorar el poema, teniendo en cuenta tanto el fondo como la forma.

¿Y tú, escribes tus poemas sólo una vez o te gusta re-escribirlos?, ¿te han sido útiles estos consejos?

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